El ágata
Es un conjunto de variedades micro cristalinas del cuarzo, se forma en las cavidades de las rocas volcánicas, por donde se filtran y depositan por capas las soluciones calientes ricas en sílice.
Se caracteriza por presentar una serie de bandas concéntricas de colores similares, opacos y translúcidos, que recuerda el corte de un tronco de árbol en sentido circular.
El ágata, en general, tiene efectos beneficiosos sobre el ambiente por su capacidad para purificar y recargar energía. En forma de geoda, da paz a los espacios. Al ser una piedra de origen mayoritariamente volcánico, en ella la presencia del elemento fuego se halla muy acentuada y actúa como fuente de inspiración y de creatividad.
El ágata facilita la aceptación, mitiga el dolor emocional y procura el equilibrio físico. Excelente para evadir obstáculos. Promueve la alta estima. Obsequia larga vida y prosperidad. Entre casados, proporciona una relación prolongada y llena de cariño y comprensión. A los enemigos les ofrece el don del perdón y, a los amigos, el de la fidelidad. Entre compañeros de trabajo, genera solidaridad.
ÁGATA AMARILLA: De color amarillo grisáceo. Proporciona equilibrio emocional.
ÁGATA AZUL: Con estrías blancas en variaciones de azul de claro a oscuro. Proporciona serenidad, percepción e intuición.
ÁGATA CORNALINA: De color rojo naranja. Proporciona creatividad. Espontaneidad e imaginación.
ÁGATA FUEGO: De color rojo profundo. Proporciona energía y despierta el espíritu de lucha.
ÁGATA MARINA: De color verde traslucido o celeste. Proporciona comunicación y fidelidad.
ÁGATA MARRÓN: De color marrón con estrías beige. Proporciona energía emocional y cósmica.
ÁGATA VERDE: De color verde en todas sus gamas. Proporciona alegría y activa la circulación.
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